El misterio del Varig 967
El 30 de enero de 1979 tuvo lugar uno de los episodios más misteriosos de la historia de la aviación. El vuelo Varig 967, un avión comercial de carga, simplemente desapareció sin dejar rastro. Con una carga sumamente valiosa, las obras del pintor Manabu Mabe, la desaparición de la aeronave permitió la creación de una serie de teorías para el caso. El hecho, sin embargo, es que nunca se encontraron, ni las pinturas, ni el avión. La hipótesis más aceptada por los expertos, habla de una posible despresurización de la cabina, con el consiguiente colapso de los pilotos y el avión volando sin rumbo fijo hasta estrellarse en algún lugar del Pacífico o incluso en algún punto aislado de Alaska.
Si el avión está realmente en el fondo del Océano Pacífico, como muchos creen, las valiosas obras de Manabu Mabe también están allí. ¿Alguna vez te has preguntado cuánta riqueza material hay en el fondo del océano? ¿Cuántas embarcaciones, cuánto oro, piedras preciosas, joyas, diamantes y reliquias están descansando en el fondo del mar en este preciso momento? Si fuera posible rescatar estos tesoros, ciertamente tendrían un valor inmenso en nuestro mundo, ¿no es así?
Creo que cada uno de nosotros es como ese océano. Hay muchos tesoros escondidos en lo más profundo de nuestro ser. Solo necesitamos encontrar formas de rescatarlos. Hay mucho más potencial en nosotros de lo que imaginamos o pensamos. Estos tesoros, dones y talentos que Dios nos ha dado, están escondidos porque nuestras experiencias, desde la infancia, los han asfixiado. De tanto escuchar que no era posible, de tanto oír que no éramos buenos lo suficiente para una determinada cosa, lo creímos. ¡Y en algún momento de nuestra vida, nos dimos por vencidos!
Mi invitación hoy es que puedas ir a rescatar todos los tesoros que existen en tu interior. Deja de escuchar las voces del mundo que dicen que no eres capaz, que es imposible, que no hay salida. Recuerde: “Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?” Romanos 8:31
Oración: Señor, quiero rescatar los tesoros escondidos en lo profundo de mí ser. Sé que me has dado dones y talentos, que están ocultos, porque mi pasado los ha sumergido. Ayúdame a rescatarlos Señor. ¡Amén!
Versículo base: ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas? ¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es el que justifica. (NVI) Romanos 8:31-33