No sufras por lo que no ha sucedido
Una cosa que nos gusta hacer con bastante frecuencia es sufrir por lo que aún no ha sucedido. Y el nombre de eso es ansiedad. La ansiedad nos hace sufrir por anticipación. Nos imaginamos “qué podría pasar” y, con eso, anticipamos sufrimiento, angustia y desesperación.
He intentado cada vez más liberarme de ese sentimiento. Y la fórmula para eso es hacer algo que aprendo de la palabra de Dios, que es centrarme en el HOY. En el Sermón del Monte, Jesús dijo “no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes” y “cada día tiene ya sus problemas.” (Mateo 6:34). Y tal vez suene como “negativismo” pensar que cada día tiene sus propios problemas. Pero lo que Cristo quiso decir es que solo debemos ocupar nuestras mentes y preocupaciones con lo que se puede hacer hoy, con los problemas de hoy. Y mañana lidiarás con el mañana.
“¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?” (Mateo 6:27). La preocupación no trae ningún resultado práctico en el futuro. Simplemente nos agota mentalmente y trae aún más dificultades al presente.
Finalmente, recuerda que tu mañana será el resultado de lo que haces hoy. Así como tu hoy es el resultado de lo que hiciste ayer. Si ayer solo estabas preocupado por hoy, te hiciste cargo del día equivocado en el momento que no era. Si la ansiedad ha sido su compañera del día a día, mi invitación es que apagues el “botón mañana” en su mente y le pongas potencia máxima en tu hoy.
Entonces, ¿qué vas a hacer HOY?
Oración: Señor, quiero aprender a poner todos mis esfuerzos en lo que puedo hacer hoy, que pueden transformar mi mañana. Quiero dejar de lado las preocupaciones y la ansiedad que no me permiten ser asertivo hoy. ¡Amén!
Versículo base: “Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas.” (NVI) Mateo 6: 33-34