El que es negligente en su trabajo confraterniza con el que es destructivo
Imposible mencionar la palabra Chernobyl sin recordar el accidente nuclear más desastroso de la historia, que tuvo lugar el 26 de abril de 1986, cuando explotó el reactor nuclear número 4, al norte de la Ucrania soviética, cerca a la frontera con Bielorrusia. La OMS estima que aproximadamente 9,000 personas perdieron la vida por la radiación. Según datos del OIEA – Agencia Internacional de Energía Atómica, la intensidad del accidente en Chernobyl fue 400 veces más grande que la bomba atómica lanzada por los Estados Unidos contra la ciudad de Hiroshima, en Japón.
La investigación más tarde concluyó que el accidente fue el resultado de error humano. Sus operadores no cumplieron con varios elementos de los protocolos de seguridad, además de que los reactores tenían un grave error de diseño, lo que permitió que ocurriera el accidente.
Tragedias suceden en nuestro mundo. Pero que triste cuando son el resultado de negligencia, imprudencia o trabajo mal hecho. Eclesiastés 10:18 dice que “por la pereza se desploma la casa” y Proverbios 18: 9 dice que “el que es negligente en su trabajo confraterniza con el que es destructivo”. Mira cuán importante es que cada uno haga bien su trabajo. “Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño”, Eclesiastés 9:10.
Reflexiona hoy conmigo: ¿haces tu trabajo, sea cual sea, con excelencia?
Oración: Señor, siempre quiero hacer bien mi trabajo, con excelencia, porque sé que esto es lo que esperas de mí. Amén!
Versículo base: “El que es negligente en su trabajo confraterniza con el que es destructivo” (NVI) Provérbios 18: 9