¿Consecuencia o castigo?
Imagina que decides saltar de un edificio de 50 pisos. ¡Saltas, pero pronto te arrepientes! Cayendo, cerca al piso 30, oras en voz alta, gritando: “¡Señor, perdóname!” Déjame decirte: ¡Dios ciertamente te perdonaría! Pero lo más probable es que disfrutarías de su presencia ese mismo día.
Con este ejemplo, quiero mostrarte la diferencia entre castigo y consecuencia. Si saltas de un edificio de 50 pisos, estrellarse en el suelo no sería un castigo de Dios. Seria tan solo una consecuencia natural de tu decisión.
La Biblia dice que el castigo para el pecado es la muerte. “Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor”, Romanos 6:23. Ya estamos libres de este castigo, por lo que Cristo hizo en la cruz por nosotros. Por lo tanto, si ya te has arrepentido y aceptado a Cristo, no hay más castigo o condenación para ti. “Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús”, Romanos 8: 1. Sin embargo, quizás todavía haya consecuencias.
Entonces, sé sabio en tus decisiones. Sé prudente en tus elecciones. “Si eres sabio, tu premio será tu sabiduría; si eres insolente, sólo tú lo sufrirás”, Proverbios 9: 12.
Oración: Señor, gracias porque por tu salvación no hay más condenación o castigo en mi vida. Te pido Dios que me ayude a no pecar más para no tener que pagar las consecuencias de mi pecado. Amén!
Versículo base: “Si alguien peca inadvertidamente e incurre en algo que los mandamientos del Señor prohíben, es culpable y sufrirá las consecuencias de su pecado.” (NVI) Levíticos 5: 17