Lluvia de diamantes
Nuestro Dios fue rico en detalles cuando creó la tierra y el universo. Hay tantas particularidades, detalles y curiosidades que es imposible negar el poder de Dios y su extraordinaria obra.
En Saturno, por ejemplo, llueven diamantes. Literalmente hablando. Los científicos creen que al menos 1,000 toneladas de diamantes se forman anualmente en Saturno. Explicando químicamente, la atmósfera de Saturno está formada básicamente por metano e hidrógeno. Por lo tanto, durante las tormentas, el rayo fríe el metano, produciendo hidrógeno y carbón quemado, es decir, hollín. Cuando las nubes de hollín caen hacia el planeta, se agrupan para formar el grafito, la presión más cercana al núcleo del planeta hace que el grafito se comprima en diamante puro. Entonces sí, los diamantes llueven en Saturno. Y los científicos creen que lo mismo sucede en Júpiter.
Toda la creación nos muestra que nuestro Dios es omnipotente. No hay nada imposible para Dios. Y si es necesario, lloverá diamantes. Jesús dijo: “Para el hombre es imposible, pero para Dios todas las cosas son posibles” Mateo 19:26. Y Jeremías dijo: “Nada es demasiado difícil para ti”, Jeremías 32:17.
¿Cuánto tiempo esperarás para poner tus problemas y luchas en las manos de Dios? ¿Por qué no entregar todo en manos de aquel “que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir?“ Efesios 3:20.
El que hace llover diamantes puede hacer mucho más que tú y yo podemos pensar o imaginar.
Oración: Señor, confío a ti todas mis luchas y dificultades, porque reconozco que nada es imposible para ti. Amén!
Versículo base: “Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros, ¡a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos! Amén.” (NVI) Efésios 3: 20-21
Hermosa esta reflección!!