11 directrices para la iglesia, el cuerpo de Cristo

En Romanos, capítulo 12, encontramos a Pablo dando orientación a la iglesia, el cuerpo de Cristo. Comienza el capítulo invitándonos a ser un sacrificio vivo, no imitando el comportamiento de quienes no conocen a Cristo. A continuación, habla de la importancia de los diferentes dones del Espíritu Santo.
Finalmente, del versículo 9 al 12, Pablo desafía a la iglesia de Cristo con 11 directrices. Al leer atentamente estas pautas, me di cuenta de que no las he estado siguiendo plenamente como miembro de la iglesia, el cuerpo de Cristo. Por eso, quiero enumerar aquí estas 11 directrices y te invito a que tomes un tiempo para reflexionar, meditando cada una de ellas y buscando en tu corazón y con la ayuda del Espíritu Santo, si son parte de tu vida:
- No finja amar a los demás
- Aborrezca lo malo.
- Aférrate a lo bueno.
- Ámense unos a otros con un afecto genuino
- Deléitense al honrarse mutuamente.
- No sea nunca perezoso.
- Trabaja con esmero.
- Sirve al Señor con entusiasmo.
- Alégrate por la esperanza segura que tenemos en Cristo.
- Tenga paciencia en las dificultades
- Siga orando.
Si has identificado alguna directriz que te hace falta, ora a Dios y pídele que te dé más de su gracia y sabiduría. Porque ésta es la oración que agrada al Padre.
Oración: Señor, he identificado estas directrices que no he estado siguiendo al máximo. Te pido perdón por ello y más de tu gracia, sabiduría y misericordia para seguirlas. Amén.
Texto base: No finjan amar a los demás; ámenlos de verdad. Aborrezcan lo malo. Aférrense a lo bueno. Ámense unos a otros con un afecto genuino y deléitense al honrarse mutuamente. No sean nunca perezosos, más bien trabajen con esmero y sirvan al Señor con entusiasmo. Alégrense por la esperanza segura que tenemos. Tengan paciencia en las dificultades y sigan orando. (NTV) Romanos 12: 9-12