“Voluntad restauradora”
Recientemente, el exfutbolista, Daniel Alves, fue condenado en España a 4 años y 6 meses de prisión, por la violación de una joven, en una discoteca, en Barcelona, en el año 2022. La fiscalía solicitaba 9 años de prisión, pero la pena del jugador fue reducida debido a un hecho curioso: antes del juicio, se hizo un depósito por valor de 150.000 euros para ser entregado a la víctima, independientemente del resultado del juicio, y este hecho expresó, según el tribunal, “una voluntad restauradora” por parte del jugador. Fuentes extraoficiales informaron que el monto habría sido donado por el jugador Neymar, quien es amigo de Daniel Alves y quien lo ha apoyado económica y jurídicamente desde el inicio del proceso, ya que Daniel Alves tiene sus bienes bloqueados desde que fue detenido, en Enero de 2023.
Me centro en la “voluntad restauradora” y la donación de Neymar a Daniel Alves. ¿Cómo restaurar una violación? ¿Cómo reparar un delito después de haberlo cometido?
Entonces recuerdo que Dios, en el jardín del Edén, aseguró a Adán y a Eva que la consecuencia de la desobediencia sería la muerte. Aun así, desobedecieron. Y debido a esto, la muerte llegó a la vida humana. Sin embargo, por mucho que existiera una “voluntad restauradora” en Adán y Eva, ya no se podía hacer nada más. Ellos merecían la muerte.
Y si Neymar entregó 150.000 euros como forma de reparación por el crimen de Daniel Alves, Cristo vino a este mundo y dio mucho más: dio su propia vida. ¿Neymar podría ofrecer su vida para liberar a Daniel Alves de prisión? Neymar nunca haría eso. Y aunque lo hiciera, Neymar no es un santo, como Cristo. Tú, Neymar y yo, ya somos culpables de nuestros propios pecados. Y nunca podremos “restaurar” el pecado de otra persona, sin importar lo que hagamos.
Sólo en Cristo encontramos la verdadera reparación por nuestras faltas. Él fue el justo que murió por los injustos. Él pagó el precio por mi pecado. Y por eso, le entrego mi vida.
Oración: Señor, doy gracias a Cristo porque restauró mi pecado. Sólo Él podía hacerlo, porque Él es santo. Gracias Jesús por tu salvación. Amén.
Versículo base: Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu. (BRV1960) 1ª Pedro 3:18