La maravillosa gracia de Dios

Gary Ridgway se hizo conocido como el asesino de Green River. Confesó el asesinato de al menos 70 mujeres, la mayoría adolescentes, entre los años 80 y 90. Apenas en 2001, con el avance de la tecnología del ADN, fue identificado y arrestado por la muerte de 4 mujeres y condenado por la muerte de un total de 49 jóvenes.

Durante el juicio, los familiares de sus víctimas tuvieron la oportunidad de dirigirle unas palabras. Se le dirigieron muchas palabras de odio:
– “Eres un monstruo”.
– “Te odio.”
-“Quiero que mueras y te pudras en el infierno.”

Sin embargo, sabemos que un psicópata no tiene sentimientos. A pesar de todas estas palabras de agresión y odio, Gary mantuvo una expresión de desprecio e indiferencia en su rostro.

Hasta que le llegó el turno a un hombre, de larga barba blanca. El le dijo:
– “Me has hecho la vida muy difícil. Pero soy cristiano. Y me estás obligando a poner en práctica el mandamiento más difícil que Jesús me dio, que es perdonar. Sé que esta gente de aquí te odia. Pero por lo que mi Maestro ordenó, a pesar de lo que le hiciste a mi hija, te perdono. Siéntete perdonado.”

Y en ese momento, contra todo pronóstico, aquel psicópata lloró. Lloró por que sintió el perdón y la gracia inmerecida.

Ésta es la maravillosa gracia de Dios, capaz de quebrantar el corazón más duro. Por eso, nunca debemos negar el perdón a nadie. Nunca. No importa lo que te hicieron, no importa lo que te quitaron. Ya has recibido gracia inmerecida y necesitas extender esa misma gracia a quienes te lastimaron.

Decide hoy ofrecer la gracia inmerecida de Dios a quien te ha lastimado.

Oración: Señor, quiero ofrecer a los que me hicieron daño, la misma gracia que recibo de ti, que no merezco. Dame fuerza, Señor, para perdonar y cumplir este difícil mandamiento de tu palabra. Amén.

Versículo base: Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados. Él desbordó su bondad sobre nosotros junto con toda la sabiduría y el entendimiento. (NTV) Efesios 1:7-8