No se ocupen solo de sus propios intereses, sino en los demás
Thomas Andrews Jr., se hizo conocido mundialmente como el constructor del Titanic, el famoso transatlántico, que se hundió en su viaje inaugural, en las primeras horas del 15 de abril de 1912.
El relato histórico y el testimonio de los supervivientes, dice que Thomas Andrews jugó un papel ejemplar en el hundimiento. En una rápida inspección del barco y de los daños causados por el impacto con el Iceberg, rápidamente se dio cuenta de que el barco estaba condenado. Y a partir de ese momento, sólo se preocupó por salvar el mayor número de vidas posible. Permaneció en el interior del barco, mientras se ocupaban los botes salvavidas. Caminó por los pasillos del barco, buscando pasajeros, indicando salidas y entregando chalecos salvavidas. No se preocupó por salvar su propia vida, sino que hizo todo lo que estuvo a su alcance para salvar la vida de los pasajeros del barco.
Así, Thomas Andrews Jr., murió a la edad de 39 años, el 15 de abril de 1912, en el fatídico naufragio de su mayor creación. Su cuerpo nunca fue encontrado y permanece hasta el día de hoy, bajo las gélidas aguas del Océano Atlántico.
Leyendo sobre su vida, creo que Thomas Andrews vivió lo que nos enseña Filipenses 2, versos 3 y 4. No puso cuidado a lo que era suyo, es decir, a su propia vida, sino a la vida de los demás. Siendo la persona influyente que era, fácilmente habría conseguido un lugar en un bote salvavidas. Pero antepuso los intereses de los demás a los suyos propios. Y demostró ser un hombre de gran valor, aunque sabía que eso podía costarle la vida, como de hecho, costó.
Que nosotros también, no solo busquemos nuestros intereses o derechos. Pero que estemos atentos a las necesidades de quienes nos rodean. Y que historias como la de este hombre, puedan servir de inspiración para hacer lo correcto, cueste lo que cueste.
Oración: Señor, quiero ser sensible a las necesidades de quienes me rodean. Revélame Señor, cuando soy egoísta y pienso sólo en mis intereses. Quiero ser alguien, según tu palabra. Amén.
Versículo base: Entonces, háganme verdaderamente feliz poniéndose de acuerdo de todo corazón entre ustedes, amándose unos a otros y trabajando juntos con un mismo pensamiento y un mismo propósito. No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie. Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes. No se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás. (NTV) Filipenses 2:2-4