Los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas
Ocurrió en Goiás, Brasil. Lamentablemente, otro triste caso de violencia contra la mujer. El exnovio de una joven irrumpió en su casa con un cuchillo para matarla. La joven se encerró en el baño y le envió un mensaje desesperado a su madre, vía whatsapp. El mensaje decía: “Él está aqui con un cuchillo. Ven con la policía. No vengas sola, por favor. Ayúdame”.
La madre desesperada, sin embargo, decidió ir hasta allá sin la policía, sin seguir las indicaciones de la propia joven. ¿Qué pasó? La madre de la joven llegó al lugar y fue atacada por el hombre descontrolado. Al escuchar los gritos de su madre, la joven salió del baño, donde estaba a salvo, y fue apuñalada por su exnovio, y murió. La madre de la joven sobrevivió al ataque.
Es cierto que no podemos hacer conjeturas aquí y asumir cuál sería el resultado de esta historia con cualquier variación en los eventos. Sin embargo, es inevitable pensar que si esta madre hubiera estado acompañada por la policía, este crimen no hubiera ocurrido. Pero la madre desesperada no podía esperar a que llegara la policía y su deseo era que la situación se resolviera de inmediato. Y al tratar de resolver el problema con sus propias fuerzas, ocurrió la tragedia.
No pocas veces tenemos la misma actitud que esta madre. Tratamos de resolver una situación con nuestras propias fuerzas. Decidimos no ser pacientes y esperar a que Dios actúe, ya que nuestra ansiedad exige una solución inmediata. Y en muchos casos, solo empeoramos una situación que ya era difícil.
En la palabra de Dios, aprendemos a entregar nuestras luchas y dificultades a Dios. “Echa sobre el Señor tu carga, y Él te sustentará; Él nunca permitirá que el justo sea sacudido.”, Salmo 55:22. Y no siempre es fácil entregar una preocupación a Dios y descansar en Él, esperando Su accionar. “Pero los que esperan en el Señor Renovarán sus fuerzas. Se remontarán con alas como las águilas, Correrán y no se cansarán, Caminarán y no se fatigarán”, Isaías 40:31. Cuando decidimos esperar en el Señor, Él mismo se encargará de renovar nuestras fuerzas.
No sigas luchando solo. No insista en actuar con sus propias fuerzas. Espera en Dios, para volar alto como un águila.
Oración: Señor, quiero entregarte a ti todas mis preocupaciones. Ya no quiero actuar con mis propias fuerzas. Amén.
Versículo base: ¿Acaso no lo sabes? ¿Es que no lo has oído? El Dios eterno, el Señor, el creador de los confines de la tierra No se fatiga ni se cansa. Su entendimiento es inescrutable. Él da fuerzas al fatigado, Y al que no tiene fuerzas, aumenta el vigor. Aun los mancebos se fatigan y se cansan, Y los jóvenes tropiezan y vacilan, Pero los que esperan en el Señor Renovarán sus fuerzas. Se remontarán con alas como las águilas, Correrán y no se cansarán, Caminarán y no se fatigarán. (NBA2005) Isaías 40:28-31