Deja tus preocupaciones al Señor

Se dice que Napoleón Bonaparte tenía una teoría y que la aplicaba con éxito. Su teoría era que la mayoría de los problemas se resuelven solos. Con eso, respondía su correspondencia solo 3 semanas después de recibir las cartas. Así, podía observar que, al dejar reposar sus cartas durante 3 semanas, durante ese tiempo, en el 80% de los casos, el problema ya estaba “solucionado“.

También escuché a alguien decir: “Si tienes un problema, no te preocupes. Porque si tiene solución, no hay razón para preocuparte. Y si no tiene solución, ¿de qué sirve preocuparte?”.

La preocupación es algo característico de los seres humanos. Y como la propia palabra ya indica, no es más que una “pre – ocupación” por algo que aún no ha sucedido o que podría suceder en algún momento. Y nosotros, que somos conocedores de la palabra de Dios, deberíamos tener más fe que Napoleón Bonaparte o cualquier otro en este mundo y seguir estos 3 consejos de la palabra de Dios:

Consejo 1: “Por nada estén afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones delante de Dios”. Filipenses 4:6

Consejo 2: “Por eso les digo, no se preocupen por su vida, qué comerán o qué beberán; ni por su cuerpo, qué vestirán. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa?”. Mateo 6:25

Consejo 3: “Por tanto, no se preocupen por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástenle a cada día sus propios problemas”. Mateo 6:34

Necesitamos confiar en Dios, entregarle nuestras preocupaciones y descansar en Su verdad.

Oración: Señor, quiero confiar más en ti y evitar las preocupaciones cotidianas, siguiendo los consejos que encuentro en tu palabra. Amén.

Versículo base: Echa sobre el Señor tu carga, y Él te sustentará; Él nunca permitirá que el justo sea sacudido. (NBA2005) Salmos 55:22