“Soñar no cuesta nada”

“Soñar no cuesta nada” canta un samba brasilero, del poeta Paulinho. Y es cierto, porque soñar es gratis. Lo que tiene un precio (y no es poco), es hacer realidad los sueños.

Estoy plenamente convencido de que el gran secreto de los mayores logros tiene un nombre, y ese nombre es DISCIPLINA. Alcanzar nuestros sueños tiene un alto precio, que solo las personas disciplinadas están dispuestas a pagar. Piensa en alguien a quien puedas admirar por sus logros y seguramente verás mucha disciplina en él o ella.

Hace tiempo escribí una reflexión que traía una fase de Bernardinho: “La distancia entre los sueños y la realidad es la disciplina“. Y disciplina no es más que dominar tu propia carne.

Pedro, en su segunda carta dice: “El hombre es esclavo de lo que le domina“. Si estás dominado por tus sueños pero no tienes la disciplina para hacerlos realidad, eres esclavo de tus propios sueños. Si no puedes levantarte temprano en la mañana, eres esclavo del sueño y de la pereza, y nunca lograrás nada.

La reflexión de hoy es esta: ¿cuáles son tus sueños y qué has hecho para alcanzarlos? ¿Eres lo suficientemente disciplinado para lograrlos? ¿O necesitas dominar la carne en algún área específica?

Oración: Señor, sé qué disciplina es dominar a mi carne. Quiero ser disciplinado para hacer realidad mis sueños. ¡Amén!

Versículo base: Les prometen libertad, cuando ellos mismos son esclavos de la corrupción, ya que cada uno es esclavo de aquello que lo ha dominado. (NVI) 2ª Pedro 2:19