Más resiste el hermano ofendido que una ciudad amurallada
Sucedió en septiembre de 2021. En Hungría, una bomba de la Primera Guerra Mundial explotó en medio de una fiesta de bodas, hiriendo a los novios e invitados. Afortunadamente, no hubo víctimas fatales. Se cree que la bomba estaba enterrada justo en un punto donde se hizo una hoguera, lo que provocó que estallara. El lugar donde se celebró la boda fue un campo de batalla entre las fuerzas rusas y austrohúngaras durante el gran conflicto de 1916.
Las discusiones y peleas en una relación también son como bombas. Aparecen en cualquier momento, lastimando y hiriendo, no solo a la pareja, sino también a quienes los rodean, especialmente a los niños. Así como una bomba, que cuando explota puede herir a cualquiera que esté cerca, en una discusión no es posible elegir a quién herir o no.
El texto de hoy dice que “Más resiste el hermano ofendido que una ciudad amurallada“. Cuando nos sentimos ofendidos, nos encerramos, sin dejar espacio para el acercamiento y la reconciliación. La mayoría de las veces, somos tomados por el orgullo y nos convertimos en prisioneros: “los litigios son como cerrojos de ciudadela”.
Se puede evitar cualquier discusión cuando se pone el amor en primer lugar. Finalmente, el amor “es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso, no se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor”, 1 Corintios 13: 4-5.
Hoy puedes elegir entre amar o dejar que la bomba estalle, y ser prisionero de discusiones. ¿Cual es tu elección?
Oración: Señor, quiero elegir amar, pero el orgullo que hay en mí no me permite tomar la decisión correcta. Ayúdame Señor a amar. ¡Amén!
Versículo base: Más resiste el hermano ofendido que una ciudad amurallada; los litigios son como cerrojos de ciudadela. (NVI) Proverbios 18:19