¿Dónde está puesta tu mirada?
¿Dónde está puesta tu mirada?
Algunos pasan esta vida mirando hacia atrás. Mirando hacia atrás, no dejan un pasado, que pudo haber sido muy bueno o muy difícil. Están atrapados en un tiempo pasado, errores cometidos, personas que ya no están o lamentando las oportunidades perdidas.
Otros se pasan la vida mirando a su alrededor. No hacen más que compararse con los demás, competir, envidiar o imitar a personas imperfectas como tú y yo. La vida de esas personas se reduce a lo que “otros” hacen, dicen o piensan.
Otros se pasan la vida mirando hacia el futuro, siempre esperando lo que viene, siempre diciendo “el día que me vaya …” o “cuando tenga …”. Así, la vida de ellos se resume a sueños y proyectos que a menudo nunca se hacen realidad. O quién sabe, miran hacia el futuro y se dan cuenta de que el camino es aterrador, desafiante. Y viven la vida con miedo de lo que vendrá.
¿Dónde deberíamos mirar entonces? No tengo ninguna duda de que lo mejor que podemos hacer en esta vida es mirar hacia arriba. Cuando ponemos la mirada hacia arriba, conocemos al que camina con nosotros. Podemos caminar, sabiendo que el que creó todas las leyes del universo, el que tiene en sus manos el poder de intervenir, cambiar rutas, transformar caminos, abrir puertas, está ahí caminando conmigo. Miro hacia arriba para encontrar a mi creador y sé que el pasado, el futuro o el resto no importan: solo Él y los planes que tiene para mi vida importan.
Oración: Señor, decido caminar con mi mirada puesta en ti. Amén!
Versículo base: Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra. (NVI) Colosenses 3:1-2