Más Biblia que malas noticias y malas companhias

Escuché al pastor Carlos Olmos (Pelufo) decir esta frase y la apunté: más Biblia que malas noticias. Y luego, agregué yo las malas compañías a la frase.

Desde hace algún tiempo prácticamente he abandonado la televisión. Solo veo algunos partidos de fútbol que me interesan, como mi equipo favorito (Grémio) y partidos de competición de gran nível como la Copa Libertadores y la Champions League. Sin embargo, a veces enciendo la televisión temprano en la mañana o a la hora del almuerzo para ponerme al día con las noticias. Y solo confirmo que no ver las noticias es la mejor decisión. Hay muchas malas noticias que invaden los noticieros diarios. Y cuanto más nos informamos de las malas noticias, más pesimistas, temerosos y ansiosos nos volvemos.

Violencia, inflación, robos por parte del gobierno, devaluación de la moneda, desempleo, hambre, odio, etc. La gran mayoría de noticias tiene algunos de estos elementos. Simplemente porque sin ellos, no sería noticia.

Pero no basta con dejar de ver las noticias. Es necesario cuidar las conversaciones de quienes nos rodean. Las malas compañías pueden desanimarnos o llevarnos a decisiones equivocadas y pecaminosas. También quiero huir de ellos y cambiarlos por más tiempo leyendo la palabra de Dios.

Así que lo mejor es leer la Biblia. El salmista en el Salmo 119, del versículo 114 al 119, nos trae 5 puntos muy importantes sobre la palabra de Dios que quiero compartir hoy:

1. En tu palabra he puesto mi esperanza – en la palabra de Dios encontramos esperanza, no malas noticias.
2. Quiero cumplir los mandamientos de mi Dios! – ¿cómo puedo obedecerlos si no los conozco? Al leer la Biblia con más frecuencia, puedo conocer los mandamientos de Dios y obedecerlos.
3. Sostenme conforme a tu promesa – pero ¿qué promesa? Las registradas en la Biblia. Al leer la palabra, puedo saber lo que Dios ha prometido para mi vida.
4. Tú rechazas a los que se desvían de tus decretos – Dios rechaza a los que no siguen sus decretos, y yo no quiero dejar de seguirlos. Para eso, necesito conocerlos.
5. Amo tus estatutos – cuanto más medito en la palabra, más aprendo a amarla.

La invitación para ti hoy es esta: cambia los noticieros y ese círculo de conversación descalificado por la palabra de Dios. Y verás el resultado de esa decisión en su vida.

Oración: Señor, elijo tu palabra. Antes de ver las noticias o andar en mala compañía, prefiero pasar tiempo inmerso en tu palabra. ¡Amén!

Versículo base: Tú eres mi escondite y mi escudo; en tu palabra he puesto mi esperanza. ¡Malhechores, apártense de mí, que quiero cumplir los mandamientos de mi Dios! Sosténme conforme a tu promesa, y viviré; no defraudes mis esperanzas. Defiéndeme, y estaré a salvo; siempre optaré por tus decretos. Tú rechazas a los que se desvían de tus decretos, porque sólo maquinan falsedades. Tú desechas como escoria a los impíos de la tierra; por eso amo tus estatutos. (NVI) Salmos 119:114-119