El lugar donde está Dios
La pregunta más común en tiempos difíciles, tragedias o injusticias es esta: ¿dónde está Dios? Basta que llegue el mal, para que el ser humano recuerde a su creador y cuestione su ausencia. ¿Donde esta Dios? ¿Por qué permitió Dios que sucediera esto? Estas preguntas surgen de forma muy natural en tiempos difíciles.
No quiero ser tan pretencioso como para decir dónde está Dios. Sin embargo, algo me lleva a creer que Dios siempre está donde le permitimos estar.
Cuando Él está en el comando, porque ahí es donde le permití estar, debo creer que “Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman” (Romanos 8:28). Sin embargo, si Él está solo en mi “sala de consultas”, yo si solo me dirijo a Él en momentos de dificultad, es posible que se quede callado para mostrarme que este espacio es demasiado pequeño para Él. O finalmente, él solo está fuera de mi vida. Si no hay lugar para Él en ninguna de mis decisiones, es posible que yo esté sujeto únicamente al curso libre de este mundo caótico.
Nuestro Dios es un caballero que no impone su presencia. Él simplemente ocupa el lugar que le damos en nuestra vida. Dios está exactamente donde le permitimos estar. Entonces la pregunta no es para Él, la pregunta es para ti: “¿Dónde está Dios?”
Oración: Señor, quiero que estés en total y absoluto control de mi vida. ¡Amén!
Versículo base: Ustedes lo aman a pesar de no haberlo visto; y aunque no lo ven ahora, creen en él y se alegran con un gozo indescriptible y glorioso, pues están obteniendo la meta de su fe, que es su salvación. (NVI) 1 Pedro 1:8-9