Dios transformó ese mal en bien

Sucedió en 1669. Un alquimista llamado Hennig Brand, en Hamburgo, Alemania, buscaba crear oro combinando y mezclando elementos. En uno de los intentos, descubrió un elemento incandescente, que se llamó fósforo. Sí, el fósforo fue descubierto por “error” cuando alguien estaba buscando oro, pero ciertamente fue una creación muy útil, que todavía se usa en la actualidad.

Ocurre muy a menudo en nuestra vida. Buscamos una cosa y acabamos encontrando otra. Queremos un camino, pero Dios nos dirige a otro. Y cuando nos pasa algo que parece malo, Dios convierte este mal en bien. Porque nuestro Dios es especialista en convertir una maldición en una bendición, como aprendemos de Nehemías 13: 2: “En realidad nuestro Dios cambió la maldición por bendición”.

El mejor ejemplo que podemos encontrar en la Biblia de esta verdad, sin duda, es la historia de José, quien no eligió su camino: ser vendido por sus hermanos, ser esclavo y encarcelado. Sin embargo, todo esto resultó ser bueno y fue el camino necesario a seguir para que más adelante, se convirtiera en vicegobernador de Egipto. “Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente”, fue lo que dijo José a sus hermanos, después de entender los propósitos de Dios en todo lo que sucedió (Génesis 50: 20).

Por eso, ante las dificultades, debemos seguir creyendo en el Dios que crea caminos donde no los hay y convierte el mal en bien.

Oración: Señor, quiero creer que toda la situación está bajo tu control. Decido confiar en ti, el Dios que convierte el mal en bien. Amén!

Versículo base: No tengan miedo les contestó José. ¿Puedo acaso tomar el lugar de Dios? Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente. Así que, ¡no tengan miedo! Yo cuidaré de ustedes y de sus hijos. Y así, con el corazón en la mano, José los reconfortó. (NVI) Gênesis 50:19-21