Kató, la esposa de Stalin

Yekaterina Svanidze, más conocida como Kató, fue la primera esposa de Josef Stalin, el dictador soviético que comandó el país durante prácticamente 3 décadas. Kató falleció joven, a los 27 años, víctima de Tifus, una enfermedad bacteriana causada por piojos y pulgas.

No se sabe mucho sobre la vida de Kató y su matrimonio con Stalin, que duró tan solo 4 años, hasta su muerte. Sin embargo, tras la muerte de su amada, Stalin hizo interesantes declaraciones sobre ella:

“Esta criatura podría ablandar mi corazón de piedra. Ahora está muerta y con ella, mis últimos sentimientos cálidos hacia la humanidad”. Señalando su pecho, agregó: “Está vacío por dentro. Expresivamente vacío”.

Por más hermosas y apasionadas que parezcan las palabras de Stalin, la verdad es que la vida de quien vive sin Dios siempre será vacía. Vacío es el corazón de quien espera que una mujer o un hombre lo llene. Es un gran error pensar que un hombre o una mujer sean el significado de nuestra felicidad. “¡Dichoso el que confía en el Señor!”, Proverbios 16:20.

Tenga mucho cuidado si el sentido de su vida está en una persona. Una persona te puede fallar. Una persona, aunque no falle, puede morir y su vida puede perder el sentido. ¡Dios, sin embargo, siempre estará! En Él es donde debemos depositar nuestra confianza.

Oración: Señor, quiero depositar mi confianza y mi felicidad en ti y no en los seres humanos, por más importantes que sean en mi vida. ¡Amén!

Versículo base: l que atiende a la palabra, prospera. ¡Dichoso el que confía en el Señor! Al sabio de corazón se le llama inteligente; los labios convincentes promueven el saber. (NVI) Proverbios 16:20-21