Estad siempre preparados
De pronto no lo sabías, pero Brasil participó en la Segunda Guerra Mundial. Aunque en un principio el país adoptó una posición neutral, finalmente, en 1944, Brasil se juntó a los aliados (Estados Unidos, Inglaterra y Francia) y ayudó a liberar parte de Italia, enviando 25 mil hombres de la Fuerza Expedicionaria (FEB), 42 pilotos y 400 hombres de apoyo de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB).
Sin embargo, los soldados brasileños encontraron muchas dificultades en la guerra, ya que el entrenamiento que habían recibido en Brasil era muy diferente a la realidad encontrada en la guerra. El clima frío y montañoso también fue un problema y al menos 454 soldados brasileños perdieron la vida en la guerra.
Para cualquier cosa en la vida, la preparación cambia de manera significativa los resultados que serán alcanzados. Cuanto más preparado esté, ante la situación que tendré que afrontar, mayores serán las posibilidades de éxito y nadie discute eso. Y la Biblia nos advierte sobre estar preparados. No solo para la vida y los desafíos que traerá, pero también (y principalmente) para la vuelta de Cristo.
“Estad siempre preparados y mantened las lámparas encendidas. Dichosos aquellos siervos a quienes el señor, al venir, halle velando. Vosotros también estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no esperéis“. Estos son algunos extractos del texto base de hoy, que puedes leer en su totalidad en Lucas 12, desde el versículo 35 al 40.
Estamos tan ocupados que olvidamos que Cristo regresará. No hay ninguna promesa en la Biblia que no se haya cumplido y esta promesa sigue abierta, lo que me permite pensar que se cumplirá.
Entonces, la reflexión de hoy es la siguiente: si Cristo regresara esta noche, ¿estarias listo?
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Oración: Señor, quiero estar preparado para tu regreso. Muéstrame lo que todavía me falta, para estar listo en tu llegada. ¡Amén!
Versículo base: Estad siempre preparados y mantened las lámparas encendidas, y sed semejantes a hombres que esperan a su señor que regresa de las bodas, para abrirle tan pronto como llegue y llame. Dichosos aquellos siervos a quienes el señor, al venir, halle velando; en verdad os digo que se ceñirá para servir , y los sentará a la mesa, y acercándose, les servirá. Y ya sea que venga en la segunda vigilia, o aun en la tercera, y los halla así, dichosos son aquellos siervos. Podéis estar seguros de que si el dueño de la casa hubiera sabido a qué hora iba a venir el ladrón, no hubiera permitido que entrara en su casa. Vosotros también estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no esperéis. (BLA) Lucas 12:35-40