¡No está aquí! ¡Ha resucitado!
Hoy celebramos el mayor acontecimiento de la historia de la humanidad. Este evento, supera en gran manera, cualquier otro evento de nuestra historia. El viaje del hombre a la luna, la creación de la escritura, la invención de la imprenta, la construcción de las pirámides de Egipto o la revolución industrial no son ni sombra o chispa, frente al acontecimiento que se celebra hoy: ¡la resurrección de Cristo!
El texto de Lucas 24 nos cuenta que algunas mujeres fueron a visitar la tumba donde había sido enterrado Jesús. Aunque el texto no menciona específicamente sus nombres, se cree que fueron María Magdalena, María, madre de Tiago y Joana. También es posible que hubiera otras mujeres entre ellas. Sin embargo, al llegar a la tumba, la piedra estaba movida y por eso, entraron en la tumba. “Y, al entrar, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Mientras se preguntaban qué habría pasado, se les presentaron dos hombres con ropas resplandecientes”. (versículos 3 y 4). Y luego, los dos hombres hicieron la pregunta que aún hoy resuena y que nos desafía: “¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive?” (versículo 5). Y en la secuencia, ellos mismos responden: “¡No está aquí! ¡Ha resucitado!” (versículo 6).
¡Jesucristo está vivo! Él venció el más grande desafío de toda la humanidad. Venció la muerte, algo que nadie en la historia ha podido hacer. Multimillonarios, celebridades, genios, científicos e intelectuales lo han intentado y fracasado. ¡Cristo lo hizo! ¡Cristo está vivo! Por eso, no es entre entre los muertos que debemos buscarlo, sino, celebrar su vida y resurrección.
Con este sentimiento de alegría por la resurrección de nuestro salvador, les deseo hoy, una ¡Feliz Pascua de Resurrección!
Oración: Señor, estoy grato a ti por tu resurrección, el acontecimiento más grande de la historia de la humanidad! Amén!
Versículo base: Asustadas, se postraron sobre su rostro, pero ellos les dijeron: –¿Por qué buscan ustedes entre los muertos al que vive? No está aquí; ¡ha resucitado! Recuerden lo que les dijo cuando todavía estaba con ustedes en Galilea: Él Hijo del hombre tiene que ser entregado en manos de hombres pecadores, y ser crucificado, pero al tercer día resucitará.’ Entonces ellas se acordaron de las palabras de Jesús. (NVI) Lucas 24:5-8