El caso de los carteles

Imágenes de tapa o soco en la cara. Mateo 5:39

El caso de los carteles fue un hecho histórico que terminó en barbarie y muerte. Los protestantes colgaron carteles anticatólicos en la madrugada del 17 al 18 de octubre de 1534 en París. Los carteles acabaron siendo el punto final de la paciencia del rey Francisco I, que hasta ese momento dialogaba con los protestantes. El resultado fue una “caza” de herejes de la iglesia católica. Y el 21 de enero de 1535, el desfile de terror en las calles de París: el rey Francisco I organiza una procesión con 6 paradas diferentes. En cada una de las paradas, uno de los “herejes” involucrados en el caso de los carteles es quemado vivo en la hoguera. Un total de 6 hombres mueren ese 21 de enero.

Desde que Cristo vino al mundo y estableció su iglesia, el enemigo, el diablo, ha buscado los medios más variados y crueles para dividir la iglesia de Cristo. Él invade las iglesias creando falsas doctrinas, enfrentándose unos a otros y trayendo división. Porque el diablo sabe que “Todo reino dividido contra sí mismo quedará asolado” (Mateo 12:25). También sabe que si forma “cristianos” crueles y sin el amor de Cristo, la predicación del evangelio fracasará.

Por eso debemos tener cuidado con las opiniones o posiciones que van en contra de la palabra de Dios. No podemos caer en los mismos errores que se han cometido en el pasado. Si la Biblia dice “No matarás” (Éxodo 20:13) y dice que la vida y la muerte pertenecen solo a Dios (1 Samuel 2: 6), no podemos, como cristianos, defender cuestiones como la pena de muerte, el aborto o el suicidio. ¡Nunca! Nadie debe morir a manos del hombre. Ni siquiera un bandido o un criminal. Ni siquiera un niño por nacer. Y ni siquiera mi propia vida me la puedo quitar.

Ninguna vida puede ser quitada, excepto por Dios.

Oración: Señor, el enemigo quiere dividir la iglesia. Y para eso, siembra doctrinas que van en contra de tu palabra. Que seamos prudentes al combatir estas doctrinas. ¡Amén!

Versículo base: Ustedes han oído que se dijo: ‘Ojo por ojo y diente por diente.’ Pero yo les digo: No resistan al que les haga mal. Si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Si alguien te pone pleito para quitarte la capa, déjale también la camisa. Si alguien te obliga a llevarle la carga un kilómetro, llévasela dos. (NVI) Mateo 5:38-41

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