Xenofobia, ¿la tienes?

Xenofobia, ¿la tienes? Me impresiona ver la xenofobia a diario, manifestada en especial en las redes sociales y este es sin duda un mal que debe ser eliminado por completo de nuestra sociedad.

La xenofobia según el diccionario es “odio, repugnancia o hostilidad hacía los extranjeros”.

En mis viajes por América Latina, pude ver la xenofobia muy de cerca y en casi todos los lugares donde viví o viajé con frecuencia. En Colombia, veo un gran prejuicio (xenofobia) hacia el pueblo venezolano. En República Dominicana, observé xenofobia en relación con los haitianos. En Argentina conocí la xenofobia en relación con los chilenos. Y en Brasil, veo xenofobia contra los africanos, e incluso contra nuestros compatriotas, indígenas y costeños.

Nuestro mayor desafío como cristianos en relación con la xenofobia no es simplemente “tolerar“ a esa persona de otra nacionalidad. ¡Nuestro desafío es amarla! Amar a todas y cada una de las personas, independientemente de su nacionalidad, raza, color o religión. Evitar todos y cada uno de los pensamientos que generalizan, que definen a una persona por su nacionalidad, que juzgan y condenan un colectivo de personas. ¡Y amar! Porque amar es una decisión.

Oración: Señor, decido amar a todos, sin importar su nacionalidad. ¡Decido no juzgar a nadie por su origen! ¡Y sobre todo amar! ¡Amén!

Versículo base: Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús, porque todos los que han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo. Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús. Y si ustedes pertenecen a Cristo, son la descendencia de Abraham y herederos según la promesa.(NVI) Gálatas 3:26-29