Saber pedir
No recibimos porque no sabemos cómo pedir.
Trate de pensar en algo que le pidió a Dios pero que no recibió respuesta. Ahora considere si esta solicitud solo lo beneficia o llega a muchos otros. A menudo le pedimos a Dios cosas que solo nos beneficien a nosotros o a nuestros seres queridos. No recibimos las cosas que le pedimos a Dios cuando solo pedimos el beneficio de nosotros mismos o de nuestras familias.
Primero debemos aprender a pedir las cosas que son para el crecimiento de Su Reino a través de nuestras vidas. Y en segundo lugar, pedir por cosas qué se extienden a muchas personas. Siempre debemos primero pedir sabiduría, discernimiento, comprensión, fe, amor, mansedumbre, dominio propio. Todas estas cosas ayudan a establecer el Reino de Dios.
La Biblia nos promete que si buscamos primero el Reino de Dios y su justicia, todo lo demás nos vendrá por añadidura.
¿Crees en esta promesa? Te invito a leer y meditar sobre Santiago, capítulo 4.
Oración: Señor, quiero cambiar la forma en que te pido las cosas. Quiero aprender a pedir las cosas de tu Reino, sabiendo que todo lo demás se me dará por añadidura. Enséñame Dios, a tener un corazón según tu voluntad. Amén.
Versículo base: Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones. (NVI) Santiago 4: 3