Errores que pasan de padres a hijos
Si observamos con atención, podremos ver cómo los hijos repiten los errores de sus padres. No es infrecuente, desafortunadamente. Incluso en la Biblia podemos ver situaciones como esta.
Abraham mintió al rey Abimelec, declarando que Sara era tan solo su hermana (Génesis 20). Y aunque era una “verdad a medias“, visto que Sara era la hija del mismo padre que Abraham pero no la misma madre, omitir que ella era, de hecho, su esposa, fue una mentira. Y más tarde, en Génesis 26, Isaac también mentiría, curiosamente para el mismo rey, alegando que Rebeca era su hermana.
Sin embargo, si los niños cometen los mismos errores que sus padres, ¿puedo yo, como padre, hacer algo al respecto? Por supuesto que si. Porque conocer mis errores me permite “anticipar” los errores que cometerán mis hijos y ayudarlos a comprender que son errores. La forma de hacerlo es hablar abiertamente con mis hijos sobre el tema. Sentarme con ellos, individualmente, reconocer mis errores y mostrar, por medio del ejemplo, que ya no son parte de mi vida. Y que nunca deberían ser parte de sus vidas.
¿Puedes pensar qué errores cometerán tus hijos? ¿Has hablado con ellos al respecto? ¡Aún hay tiempo! Una conversación directa y abierta con sus hijos sobre sus errores puede representar un cambio significativo en sus vidas futuras.
Oración: Señor, no quiero que mis hijos cometan los mismos errores que he cometido yo. Dame tu sabiduría para hablar con ellos al respecto. ¡Amén!
Versículo base: Escuchen, hijos, la corrección de un padre; dispónganse a adquirir inteligencia. Yo les brindo buenas enseñanzas, así que no abandonen mi instrucción. Cuando yo era pequeño y vivía con mi padre, cuando era el niño consentido de mi madre, mi padre me instruyó de esta manera: “Aférrate de corazón a mis palabras; obedece mis mandamientos, y vivirás”. (NVI) Provérbios 4:1-4