Mi casa y yo serviremos al Señor

¡Mi casa y yo serviremos al Señor! No importa lo que otros elijan hacer con sus familias, no importa lo que el mundo determine que es correcto o incorrecto, no importa si esa decisión traerá prosperidad o necesidad, decido que mi casa y yo serviremos al Señor.

No permitiré que mis hijos crezcan sin conocer el amor de Dios y el plan de salvación revelado en la cruz y descrito en su palabra. Porque sé que la salvación de mis hijos es más importante que su título profesional, que sus objetivos y proyectos personales.Y también porque reconozco que la salvación es un proyecto eterno. ¿De qué sirve ganar el mundo entero y perder tu alma? (Marcos 8:36) Somos responsables de la eternidad de nuestras familias, esposas, hijos, hermanos y todos los que nos rodean al elegir servir al Señor y vivir según Su ejemplo.

Un sacerdote para el hogar

Por eso, especialmente usted, que eres padre de família, te desafio a que no permitas que en tu casa no cuente con un sacerdote. Finalmente, tu eres el sacerdote de esta família. No hay ningún otro puesto, cargo o función que pueda ser más importante que la de ser sacerdote en tu casa. Yo he tomado la decisión de ser sacerdote en mi casa y nada es más importante que eso. Absolutamente nada!

¡Decide tu también poner tu hogar al servicio del Señor!

Oración: ¡Señor, mi casa y yo te serviremos! ¡Decido hoy poner mi vida y mi familia bajo tu voluntad! ¡Declaro que eres el Señor y salvador de mi familia! Amén.

Versículo base: Pero si a ustedes les parece mal servir al Señor, elijan ustedes mismos a quiénes van a servir: a los dioses que sirvieron sus antepasados al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ustedes ahora habitan. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor. (NVI) Josué 24:15