Su mamá necesita oír algunas verdades

Déjame decirte, tu madre necesita escuchar algunas verdades. Y hoy parece el día perfecto para ello. No sé quién ella se cree que es, pero es hora de que se lo digas. Sin andarse con rodeos, porque ella realmente necesita oír estar verdades. Así pues, tú que eres hijo o hija, prepárate para llevarle estas verdades a tu madre, mientras todavía hay tiempo:

Verdad 1 – Antes de ser madre, también eres hija

En primer lugar, antes que madre, eres hija amada de Dios, a quien él protege como a la niña de sus ojos: «Guárdame como a la niña de tus ojos», pidió el salmista en el capítulo 17, versículo 8. Nuestro Padre celestial te ve como la niña de sus ojos, su hija amada, a quien hay que cuidar y proteger.

Verdad 2: No estás sola en esta desafiante misión

Sé que a veces te sientes sola y piensas que la carga es demasiado pesada y desafiante. Por eso, quiero recordarte que no estás sola, porque el Señor ha prometido ir contigo: «No temas ni te desalientes, porque el propio Señor irá delante de ti. Él estará contigo; no te fallará ni te abandonará» (Deuteronomio 31:8). Si Dios te dio esta misión de ser madre, debes saber que Él nunca te abandonará en esta misión.

Verdad 3 – Eres hermosa y digna de alabanza.

Nuestro Padre Celestial ha visto toda vuestra dedicación, esfuerzo y compromiso, aun cuando yo, como hijo, no reconozco todo lo que haces por mi. También tu temor al Señor es visto por Él y por mí, como tu hijo. Y si los años van pasando, necesitas recordar que “el encanto es engañoso, y la belleza no perdura, pero la mujer que teme al Señor será sumamente alabada”. (Proverbios 31:30).

Mamá, en este día especial quiero reconocer estas verdades de la palabra de Dios en tu vida. Te agradezco por cada día que te quedaste despierta toda la noche para cuidarme, por levantarte temprano para atenderme, por los consejos, enseñanzas y orientación. También quisiera agradecerte por tus oraciones secretas, que me abrieron puertas y me llevaron por el camino que el Señor tenía para mi vida.

Quiero terminar bendiciendo tu vida con la bendición sacerdotal que encontramos en Números 6:24-26.

«Que el Señor te bendiga y te proteja. Que el Señor sonría sobre ti y sea compasivo contigo. Que el Señor te muestre su favor y te dé su paz»

¡Te amo mamá! ¡Feliz día de las madres!

Loading

Compartilhe:

Adicionar um Comentário

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *