¿Táctica de Dios?
Tengo un amigo que tiene grandes frustraciones con Dios. Esta semana me dijo: “¿Has notado que todo ser humano tiene un deseo en su corazón que es imposible de cumplir? ¡Dios hace esto como una táctica para que el ser humano corra tras Él! Solo para que una persona necesite buscar a Dios!” ¿Será eso cierto?
Nuestro Dios es el creador de todas las cosas y el dueño del universo entero. Aun así, nos dio algo llamado LIBRE ALBEDRÍO. Es decir, nos dio el poder de decidir qué hacer con nuestras vidas. Entonces, si El libre albedrío que tenemos fue dado por Él, ¿por qué Dios necesitaría “tácticas” para atraernos? Una palabra suya sería suficiente y nos rendiríamos ante Él. Entonces, Dios no usa nuestros deseos como una “táctica” para llevarnos a Él.
Pero ¿por qué entonces Dios nos permite tener deseos en nuestros corazones que no se cumplen? No hay una respuesta única para esta pregunta. A veces, nuestros deseos no son del corazón de Dios sino de nuestra naturaleza carnal, como los bienes materiales o la posición social. Otras veces, es posible que nuestros deseos no se cumplan porque carecemos de conocimiento y no lo buscamos de la fuente correcta. Quizás, otras veces, algunos deseos no se cumplen porque el plan que Dios esbozó para nosotros es más grande y mejor, pero no dejamos que Dios actúe, porque insistimos en ideas equivocadas.
El gran secreto, sin embargo, está en el Salmo 37: 4: “Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.” Cuando nos deleitamos en Dios, nuestros deseos también están sujetos a Él. Y así, seguramente seremos saciados.
Oración: ¡Señor, quiero aprender a deleitarme en ti, para que los deseos de mi corazón estén de acuerdo con tu voluntad! Amén!
Versículo base: “Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.” (NVI) Salmos 37: 4