Se recordará y se hablará de lo que hizo esta mujer

Se acercaba el día de la crucifixión y muerte de Jesús. Y el libro de Marcos, en el capítulo 14, registra un evento en Betania. La historia dice que Jesús estaba en casa de Simón, el leproso, cuando una mujer trajo un perfume caro y lo derramó sobre la cabeza de Jesús. La palabra sagrada dice que la reacción de los discípulos no fue positiva, pues consideraron ese acto un “desperdicio”. Los presentes pensaron que este perfume podría venderse y el dinero donarse a los pobres.

Sin embargo, Jesús no consideró ese acto como un desperdicio. Por el contrario, se mostró complacido con el gesto de la mujer y afirmó: “Se recordará y se hablará de lo que hizo esta mujer”.

¿Qué aprendo de este breve relato? Que lo que hagamos para el Señor quedará para siempre y “se recordará y se hablará“. Puedo hacer obras de caridad, ayudar a los pobres, crear empleos o trabajar para una ONG, pero haga lo que haga, algún día quedará olvidado. Sin embargo, todo lo que haga para el Señor y su reino, “se recordará y se hablará“.

Por eso, la palabra también nos dice que “todo lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor Jesucristo y no a la gente.”. (Colosenses 3:23). Si lo hacemos para complacer a los hombres, aun siendo el bien a los demás, es inútil hacerlo. Todo debe hacerse para el Señor.

Termino con la pregunta: ¿Qué has estado haciendo tu para el Señor?

Oración: Señor, quiero regalarte mi perfume más caro. Quiero derramar sobre ti lo más valioso que tengo para ofrecerte. Amén.

Versículo base: Mientras tanto, Jesús se encontraba en Betania, en la casa de Simón, un hombre que había tenido lepra. Mientras comía, entró una mujer con un hermoso frasco de alabastro que contenía un perfume costoso, preparado con esencias de nardo. Ella abrió el frasco y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús. Algunos que estaban a la mesa se indignaron. «¿Por qué desperdiciar un perfume tan costoso? —preguntaron—. ¡Podría haberse vendido por el salario de un año y el dinero dado a los pobres!». Así que la regañaron severamente. Pero Jesús respondió: «Déjenla en paz. ¿Por qué la critican por hacer algo tan bueno conmigo? Siempre habrá pobres entre ustedes, y pueden ayudarlos cuando quieran, pero a mí no siempre me tendrán. Ella hizo lo que pudo y ungió mi cuerpo en preparación para el entierro. Les digo la verdad, en cualquier lugar del mundo donde se predique la Buena Noticia, se recordará y se hablará de lo que hizo esta mujer». (NTV) Marcos 14:3-9

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