Un tren fuera de las vías
La vida es como un tren. Ante nosotros, hay un camino a seguir. Este camino fue colocado allí por el creador y nos llevará a nuestro destino final. Las “vías” nos dan seguridad, nos mantienen en el camino correcto y nos permiten avanzar hacia donde el Señor quiere llevarnos.
Sin embargo, a veces nuestro tren “descarrila”. Cuando nos descarrilamos, ya no vamos en la dirección correcta. Nuestro tren “se atasca”, no avanza, hay retrasos, y en muchos casos, hay heridos. Un tren descarrilado es un tren que ha perdido su propósito y nunca llegará a su destino.
Me gustan las ilustraciones sencillas, que nos enseñan verdades importantes. Cuando Dios te creó, diseñó un plan para tu vida. Sin embargo, este plan no sucede “automáticamente”. Para llevar a cabo este plan, necesitas conocerle, vivir los procesos y recorrer su camino. La vista no siempre será la mejor, habrá noches frías y días lluviosos. Tendremos algunos días fríos y otros de mucho calor, rectas y curvas, subidas y bajadas. Sin embargo, mientras estemos sobre las vías, sabemos que vamos en la dirección correcta.
El versículo elegido para hoy nos exhorta a caminar “En el camino que el Señor su Dios les ordenó que siguieran”. Y luego nos presenta los beneficios de caminar por las “vías” diseñadas por nuestro creador: “Entonces tendrán una vida larga y les irá bien en la tierra donde están a punto de entrar y que van a poseer”.
Te invito a que hoy vuelvas a poner tu tren en las vías. Regresa al camino y tendrás vida larga, todo te irá bien y entrarás a la tierra donde que el Señor quiere darte.
Oración: Señor, quiero andar en tus caminos, porque sé que me estás conduciendo a una tierra y a un lugar preparado para mí. Amén.
Versículo base: Manténganse en el camino que el Señor su Dios les ordenó que siguieran. Entonces tendrán una vida larga y les irá bien en la tierra donde están a punto de entrar y que van a poseer. (NTV) Deuteronomio 5:33