…y él te concederá los deseos de tu corazón
Un amigo me escribió por Whatsapp. Él me dijo:
“Yo me pregunto: ¿para que existe Dios? Si somos nosotros los que tenemos que solucionar todo. Él nunca hace nada de lo que le pedimos. Ese versículo que dice que podemos orar y “él concederá los deseos de nuestro corazón” debería ser arrancado de la Biblia.”
Claramente, mi amigo está en una seria lucha con Dios.
Mi amigo está citando el Salmo 37, versículo 4. Pero se equivoca cuando afirma que el versículo dice que basta orar “y él os concederá los deseos de tu corazón”. En realidad, el versículo dice: “Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón”. La nueva traducción en el lenguaje actual nos dice: “Entrégale a Dios tu amor, y él te dará lo que más deseas.”.
Entonces le respondí a mi amigo, que el secreto para ver este salmo cumplido en nuestras vidas está en la primera parte: deleitarse en el Señor, o como dice la nueva traducción en el lenguaje actual, “entregar a Dios tu amor”
Cuando me deleito en el Señor, o cuando le entrego a Dios mi amor, mi corazón cambia. Y si mi corazón cambia, también cambian mis deseos. Dejo de querer tanto las cosas de la carne, y empiezo a querer más las cosas del cielo. Y claramente el Señor se complace en conceder nuestros deseos, cuando no son en absoluto carnales.
El versículo 5 del mismo salmo continúa: “Entrega al Señor todo lo que haces; confía en él, y él te ayudará“. Pero la gran mayoría de las personas continúan actuando por cuenta propia, pero se frustran, como mi amigo, cuando Dios no responde satisfactoriamente a sus oraciones.
Por eso también Santiago, en el capítulo 4, versículo 3, nos advierte: “Aun cuando se lo piden, tampoco lo reciben porque lo piden con malas intenciones: desean solamente lo que les dará placer”.
¿Quieres que tus oraciones sean respondidas? Entrégale a Dios tu amor.
Oración: Señor, necesito cambiar mi corazón. Si mi corazón cambia, sé que mis deseos cambiarán y podré orar por las cosas correctas y recibir respuesta a mis oraciones. Amén.
Versículo base: Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón. Entrega al Señor todo lo que haces; confía en él, y él te ayudará. Él hará resplandecer tu inocencia como el amanecer, y la justicia de tu causa brillará como el sol de mediodía. (NTV) Salmos 37:4-6
Posts Relacionados
¿Qué has estado cambiando por dinero?
El hijo perdido del rey
El hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido
Sobre o Autor
Bernardo Reinke
Bernardo Reinke es brasileño, cristiano, miembro de la Iglesia Cuadrangular Carismática, en Ibague, Colombia. Nació y creció en un hogar cristiano, y comparte diariamente sus experiencias con Dios a través de devocionales simples, directas y prácticas.