La (in)justicia de este mundo
El “Costa Concordia” y el “Océanos” fueron dos barcos de pasajeros, que tuvieron una historia similar: ambos barcos se hundieron y en los dos casos, sus capitanes abandonaron el barco, antes de que los demás pasajeros fueran evacuados. Pero aunque las historias son similares, las consecuencias para cada capitán fueron muy diferentes.
Cuando el “Costa Concordia” se hundió, el capitán Francesco Schettino abandonó el barco en una lancha lo llevó a la costa. El capitán hizo caso omiso a todas las órdenes que recibió de la guardia costera, que ya atendía la emergencia, y que ordenó su inmediato regreso a la embarcación. Posteriormente sería condenado a 16 años de prisión, por los cargos de “abandono de barco con pasajeros” y “homicidio”, entre otros cargos.
Ya el “Oceanos”, fue un barco francés, que fue golpeado por una tormenta y olas gigantes dañaron una entrada de agua debajo del barco. Aunque los compartimentos estaban cerrados para evitar que el barco se hundiera, una tubería de agua abierta permitió que entrara agua al resto del barco, lo que provocó el hundimiento. El capitán Yiannis Avranas y varios otros miembros de la tripulación abandonaron el barco sin siquiera anunciar la emergencia. Finalmente, los responsables de animación y entretenimiento a bordo fueron los encargados de anunciar la emergencia y organizar la evacuación del barco. Una comisión juzgaría al capitán y a otros 4 tripulantes, pero nunca fue detenido y continuó navegando hasta su jubilación.
Traigo estas dos historias aquí para mostrar que comportamientos similares tienen consecuencias diferentes en este mundo. Mientras que un capitán fue condenado y encarcelado, el otro nunca pasó ni siquiera unos minutos en prisión. Y esta es la justicia de este mundo: parcial, injusta, desproporcionada.
Por eso, no deberíamos sorprendernos por las injusticias en este mundo. Finalmente, sólo en Dios podemos encontrar la verdadera justicia. Sólo nuestro Señor Dios puede aplicar la verdadera justicia. Y ante Él, un día, estarán los capitanes Schettino y Avranas, y allí conocerán la verdadera justicia.
Que la justicia de este mundo no sea nuestra medida de justicia. Es mejor confiar en Dios y en su justicia y vivir una vida justa ante Él.
Oración: Señor, creo en tu justicia y no en la justicia de este mundo. Permíteme, Señor, ser recto ante tus ojos. Amén.
Versículo base: Pues el Señor es justo y ama la justicia; los íntegros verán su rostro. (NTV) Salmos 11:7
Gracias por esta Palabra ahora entiendo muchas cosas🙏