“Lo que yo siempre había temido me ocurrió, se hizo realidad lo que me horrorizaba”
“Nada es más escandaloso que la muerte de un niño y nada es más absurdo que morir en un accidente automovilístico.” Esta era una frase que repetía a menudo el escritor, filósofo, novelista y dramaturgo Albert Camus. Curiosamente, Camus murió el 4 de enero de 1960, a la edad de 46 años, en un accidente de carro, conducido por su editor. Camus viajaba a París con su editor Michel Gallimard, quien perdió el control del carro y se estrelló contra un árbol.
Otro dato curioso de este accidente fue que Camus no quería viajar a París en carro. Prefería viajar en tren. Ya había comprado los tiquetes, pero su amigo y editor Michel insistió y Camus finalmente aceptó el “aventón” a París.
Estaba pensando en la frase que, según informes de sus amigos más cercanos, Camus repetía a menudo. Hay muchas muertes absurdas, pero Camus sólo citaba los accidentes de carro como algo “absurdo”. Y tal vez, la frase escondía un miedo oculto. Y esto es muy posible, ya que Camus prefiria viajar en tren, aunque cedió ante la insistencia de su amigo.
Entonces recordé el texto de Job, cuando confiesa a sus amigos que temía todo lo que le sucedió: “Lo que yo siempre había temido me ocurrió; se hizo realidad lo que me horrorizaba”. Job lo perdió todo: sus posesiones, sus hijos y su salud. Y en nuestro versículo base de hoy, confiesa que temía cada una de estas cosas.
Mis amados hermanos, debemos confesar nuestros temores ante Dios y entregarle cada situación de nuestras vidas. Es el Señor quien nos libra de nuestros temores: “No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa.” Isaías 41:10
Hubiera sido mejor que Camus sustituyera su repetida frase por el versículo de Isaías 41:10, declarando que el Señor quita todo temor, fortalece, ayuda y sostiene. Y si tú también tienes algún temor en tu vida, declara este versículo y libérate del temor.
Nuestro Dios se complace con los que lo buscan y confiesan sus temores. Porque Él es quien nos fortalece y nos libera de todo temor.
Oración: Señor, quiero ser libre de mis temores. Hoy quiero confesar cada miedo que tengo, para estar libre del temor. Amén.
Versículo base: Lo que yo siempre había temido me ocurrió; se hizo realidad lo que me horrorizaba. No tengo paz ni tranquilidad. No tengo descanso; solo me vienen dificultades. (NTV) Job 3:25-26
Gracias por compartir la Palabra de Dios…es de BENDICIÓN