Invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás
Estaba leyendo sobre una práctica de los años 60 que no conocía. El artículo decía que en los años 60, era muy difícil encontrar un hombre con una buena situación económica para casarse. Así que las mujeres acudían a un lugar especial para encontrarse con sus potenciales maridos: las reuniones de AA, los Alcohólicos Anónimos. El motivo era sencillo: conquistar a un hombre durante un período difícil de su vida, era la estrategia perfecta para hacerle pensar en matrimonio.
Entonces recordé lo vulnerables que podemos ser en tiempos de dificultad. Las luchas financieras, los problemas de salud, el desempleo o las deudas afectan significativamente nuestro estado de ánimo y nos volvemos vulnerables a los ataques enemigos. En estos momentos es más fácil que haya peleas, discusiones y división en la familia. El enemigo sabe que situaciones como estas pueden volvernos irritables, de mal humor e incluso agresivos. Y creará situaciones para provocar reacciones que sabemos no ser las adecuadas.
Por eso, debemos hacer lo que el Señor nos dice en el Salmo 50, versículo 15. El Señor nos dice: “Invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás”.
Mis amados hermanos, en el día de la angustia, debemos buscar al Señor y derramar nuestro corazón delante de Él. No debemos desesperarnos, y quedar vulnerables a los ataques de Satanás. La palabra también nos dice que si nos sujetamos a Dios y resistimos al diablo, él huirá de nosotros (Santiago 4:7). Por tanto, es en la presencia del Padre, aún en el día de la angustia, que podemos resistir los ataques del enemigo y no caer en sus trampas. Allí dominaremos nuestras emociones, y nuestras actitudes agradarán a Dios.
Decide hoy ir a los pies del Señor, en el día de la angustia. Porque él os librará, esa es la promesa que encontramos en su palabra. Y tu lo honrarás.
Oración: Señor, hoy, en el día de mi angustia, quiero ir a ti e invocar tu nombre. Líbrame Señor, según tu promesa, y contaré lo que has hecho en mi vida, para que tu nombre sea glorificado. Amén.
Versículo base: “Invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás”. (BRV2020) Salmos 50:15