Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse

Una anécdota de un físico neozelandés llamado Ernest Rutherford cuenta que observaba a uno de sus estudiantes de laboratorio, y se dio cuenta de que era un trabajador incansable. El joven estudiante pasaba todo el día en el laboratorio, incluso por las mañanas, cuando tenía su tiempo libre.

Entonces, cierto día, el profesor Rutherford preguntó:
– “Joven, ¿también trabajas por las mañanas?”
– “Sí señor, todas las mañanas” – respondió el joven, con el pecho inflado, orgulloso de su dedicación.

Sin embargo, para sorpresa del joven, el físico preguntó:
– “Pero entonces, ¿Cuándo piensas?”

Esta pequeña historia me hace pensar en mis días. Siempre corriendo, trabajando, con muchas demandas y compromisos. No hay tiempo para reflexionar, para repensar la vida misma, mis planes y el rumbo que estoy dando para mi familia. Todos, necesitamos y debemos tomar un tiempo para pensar, cuestionar nuestras decisiones y comportamientos, y sobre todo, buscar a Dios, su palabra y su voluntad.

Si tu vida está demasiado ocupada y los días pasan demasiado rápido, presiona el botón de alarma. Toma un descanso. Tómate tiempo para pensar, orar, leer la palabra de Dios. Este momento podría significar grandes e importantes cambios en el curso de tu vida.

En Lucas, capítulo 10, encontramos a Marta corriendo, muy ocupada, mientras María estaba a los pies de Jesús, disfrutando de su presencia. Y cuando Marta le cuestionó a Jesús, sobre el comportamiento de María, Jesús respondió: “Mi apreciada Marta, ¡estás preocupada y tan inquieta con todos los detalles!”. De la misma manera tu e yo estamos muy preocupados e inquietos, pero “hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse.“ Y esta cosa es: estar a los pies de Cristo.

Oración: Señor, reconozco que he estado muy ocupado, siempre corriendo y lleno de actividades. Necesito tiempo para pensar, para hablar contigo y leer tu palabra. Quiero, a partir de hoy, tener siempre ese tiempo contigo. Amén.

Verso Base: El Señor le dijo: —Mi apreciada Marta, ¡estás preocupada y tan inquieta con todos los detalles! Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto, y nadie se la quitará. (NTV) Lucas 10:41-42