“Regresen a mí, y yo me volveré a ustedes”.
Ocurrió el 12 de agosto de 2015. En el puerto de Tianjin se almacenaban productos químicos y peligrosos, muchos de ellos, de forma ilegal o en condiciones de riesgo, desconociendo las normas vigentes. Se inició un incendio en el interior de un contenedor, por autoignición, provocado por la vaporización de los productos, debido al calor. El fuego se propagó, alcanzando otros productos químicos y se produjeron dos grandes explosiones. Cuando ocurrió la segunda explosión, los bomberos ya estaban trabajando en el lugar. El incidente dejó un total de 173 muertos, incluidos 104 bomberos.
Cada vez que ignoramos las normas, nos arriesgamos. Cuando conducimos por encima del límite de velocidad o cruzamos un semáforo en rojo, corremos el riesgo de provocar un accidente. Sin embargo, si hacemos esto con demasiada frecuencia y nunca pasa nada, podemos volvernos cada vez más descuidados. Y luego viene la tragedia.
Lo mismo es cierto con respecto a las enseñanzas de la palabra de Dios. Durante algún tiempo, las ignoramos y parece que no pasa nada. No hay consecuencias, y nuestras vidas continúan con normalidad. Pero luego viene un desierto. Nuestro Dios, que siempre ha guardado su mano de justicia, permite que sucedan cosas para que podamos volver nuestra mirada hacia Él. Y oímos su voz que dice: “Regresen a mí y yo me volveré a ustedes.“
Hoy es el día que el Señor Dios te llama para volver a su camino. Grandes son los planes que tiene para tu vida. Toda la confusión, las dificultades y los problemas que te rodean hoy, son solo el resultado de ignorar sus enseñanzas. Pero Él promete que si nos volvemos a Él, Él se volverá a nosotros.
Oración: Señor, decido hoy volver a tus caminos. Perdóname Señor, por ignorar lo que aprendo en tu palabra. Mi deseo es servirte y obedecerte, todos los días de mi vida. Amén.
Versículo base: Por lo tanto, dile al pueblo: “El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: ‘Regresen a mí y yo me volveré a ustedes, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales’. No sean como sus antepasados que no querían escuchar ni prestar atención cuando los antiguos profetas les dijeron: ‘El Señor de los Ejércitos Celestiales dice: “Apártense de sus malos caminos y abandonen todas sus prácticas malvadas”. (NTV) Zacarias 1:3-4