La búsqueda del hombre por Dios

Cuando viví en Perú, tuve el privilegio de viajar para ver de cerca las líneas de Nazca, en el desierto de Sechura, al sur del país. Las líneas son geoglifos, hechos en el suelo del desierto, que dan forma a dibujos de animales o formas geométricas. Las líneas fueron hechas por la cultura Nazca entre los años 500 a.C. y 500 d. C., y aunque no hay consenso entre los estudiosos sobre el verdadero propósito de las líneas, algunos afirman que podría estar relacionado con la astronomía y la cosmología, mientras que otros creen que fueron hechas para ser vistas por deidades en el cielo.

Podemos estudiar la historia de cualquier civilización, en cualquier momento de nuestra historia, y siempre encontraremos al hombre buscando a Dios. De diferentes maneras, con distintos ritos o prácticas, el hombre busca a Dios.

En Hechos, capítulo 17, se registra la visita de Pablo a Atenas, una ciudad extremadamente idólatra, que adoraba a muchos diferentes dioses. Atenas estaba tan preocupada por adorar a todos los dioses que incluso hizo una escultura con las palabras “al Dios desconocido”. Pablo, sabiendo esto, aprovechó este tema, para anunciar al verdadero Dios: “Pues lo que ustedes adoran sin conocer, eso les anuncio yo.”, fueron las palabras de Pablo para anunciar al creador de los cielos y de la tierra.

Afortunadamente, nuestro Dios no está oculto, ni distante de nosotros. Él está cerca, dispuesto a establecer una relación cercana con nosotros. Y más que líneas o esculturas, quiere un corazón sincero: “Acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, teniendo nuestro corazón purificado de mala conciencia y nuestro cuerpo lavado con agua pura. ” (Hebreos 10:22)

Oración: Señor, quiero buscarte con un corazón sincero. Sé que lo que esperas de mí es un corazón que te ame y te busque con sinceridad, más que líneas o esculturas. Amén.

Versículo base: Entonces Pablo poniéndose en pie en medio del Areópago, dijo: «Varones atenienses, percibo que ustedes son muy religiosos en todo sentido. Porque mientras pasaba y observaba los objetos de su adoración, hallé también un altar con esta inscripción: “AL DIOS DESCONOCIDO”. Pues lo que ustedes adoran sin conocer, eso les anuncio yo. »El Dios que hizo el mundo y todo lo que en él hay, puesto que es Señor del cielo y de la tierra, no mora en templos hechos por manos de hombres, ni es servido por manos humanas, como si necesitara de algo, puesto que Él da a todos vida y aliento y todas las cosas. (NBA2005) Hechos 17:22-25