El tren de la vida
Una de las ilustraciones más utilizadas para ejemplificar lo que es la vida, es la de un tren. La vida es como un tren, donde la gente sube y baja constantemente, viaja con nosotros o nos deja. Me gusta y comparto de esta ilustración. La misma Biblia se refiere a nosotros, los que creemos en Jesucristo, como extranjeros, ciudadanos transitorios, pasajeros en este mundo. En Filipenses 3, versículo 20 dice que “nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo,”.
Entonces, si la vida es como un tren, toma en cuenta estos 3 puntos importantes de la palabra de Dios:
¿Quién viaja con nosotros?
Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, Ni se detiene en el camino de los pecadores, Ni se sienta en la silla de los escarnecedores. Salmos 1:1
No permitas que los impíos, pecadores y escarnecedores viajen contigo. Elige con cuidado a tus amigos o las personas con las que pasas el tiempo.
¿Adónde vas?
Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo. Apocalipsis 21:2
Nuestro destino es la nueva Jerusalén, la ciudad celestial preparada para la iglesia, la novia de Cristo. ¿Tu tren va en la dirección correcta?
Disfruta el viaje
No hay nada mejor para el hombre que comer y beber y decirse que su trabajo es bueno. Yo he visto que también esto es de la mano de Dios. Eclesiastés 2:24
Si, disfrutar de los buenos momentos. Porque esto también viene de la mano de Dios.
Te deseo un buen viaje.
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Oración: Señor, quiero viajar con personas que te agraden, que como yo, quieran llegar a la nueva Jerusalén y deseo disfrutar el viaje, porque sé que es corto. Amén.
Versículo base: “Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo” (NBA2005) Filipenses 3:20