El mundo nos odia porque odia a Dios
Soy un brasilero viviendo en Colombia. Por eso, estoy en un grupo de Whatsapp de brasileños que viven en Colombia, para que intercambiemos información sobre el país, trámites, gastronomía, turismo e información general de interés para todos. El grupo es muy útil para obtener información rápida sobre el país.
Hace algún tiempo, un nuevo miembro publicó un video corto con una reflexión basada en la palabra de Dios. Al día siguiente hizo lo mismo y al tercer día, tras la publicación del video, le advirtieron que “no estaba permitido hablar de religión en el grupo”. Curiosamente, la discusión en el grupo durante los últimos dos días había sido sobre “hombres sinvergüenzas”, otro tema no relacionado con el grupo, pero del que nadie se había quejado. Fue el momento en que tome posición y dije que me llamaba la atención la restricción de los videos del amigo, que no eran más que una palabra de aliento, reflexión y animo. Y cuestioné: “Discusión sobre ‘hombres sinvergüenzas’ está bien, pero está prohibido un mensaje sobre victoria, porque habla de Dios”. No hace falta decir que fui atacado por el grupo, donde una “dama” finalmente me dijo: “Vete a la m…”.
En situaciones como esta, es fácil entender las palabras de Jesús cuando dijo que seríamos odiados por el mundo porque el mundo lo odió primero. El mundo odia a Dios y su palabra. Por eso no quiere tener ningún contacto con su palabra ni con nadie que lo siga. Por eso también el mundo nos odia a nosotros, porque odia a Dios. Por lo tanto, ser odiado por el mundo es motivo de satisfacción, porque no tenemos nada con este mundo. “Si ustedes fueran del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero como no son del mundo, sino que Yo los escogí de entre el mundo, por eso el mundo los odia”.
Oración: Señor, entiendo que el mundo me odia, porque primero te odió a ti. No permitas Señor, que me sienta afectado por este odio. Amén.
Versículo base: “Si el mundo los odia, sepan que me ha odiado a Mí antes que a ustedes. Si ustedes fueran del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero como no son del mundo, sino que Yo los escogí de entre el mundo, por eso el mundo los odia”. (NBA2005) Juan 15:18-19