Pensamos que la felicidad está en lo que no tenemos

Kim Jong-hyun fue un cantante surcoreano de gran éxito en su país. Su fama, sin embargo, duró solo unos pocos años, cuando, el 18 de diciembre de 2017, con solo 27 años, Kim Jong-hyun se quitó la vida. En profunda depresión, durante varios días, escribió notas y envió mensajes de despedida a amigos y familiares. En uno, dijo: “Estoy roto por dentro. La depresión que lentamente me carcome finalmente me tragó por completo. Es increíble cuánto duele. Nadie está más atormentado o debilitado que yo”. Los amigos y los familiares solo pudieron “retrasar” su muerte unos días, pero no pudieron evitarlo.

Es probable que cada uno de nosotros, que no somos ricos ni famosos, tengamos dificultades para entender qué impulsa a alguien con fama y dinero a quitarse la vida. Pero hay un punto importante que debe entenderse. Nuestra tendencia es creer que la felicidad está en lo que no tenemos.

Si no tengo dinero, creo que todos los que tienen mucho dinero deberían ser felices. Si estoy enfermo, creo que todas las personas sanas deberían ser felices. Si no tengo familia, tiendo a creer que los que tienen familia deben ser felices. Si no tengo una habilidad específica como jugar al fútbol o ser un gran músico, empiezo a pensar que los que la tienen deberían ser felices. Luego, nadie podría ser feliz, porque sería imposible tenerlo todo.

¿Cómo entonces ser feliz? La respuesta la encuentro en el Salmo 1, en sus dos primeros versículos: “¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, Ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, sino que en la ley del Señor está su deleite, Y en Su ley medita de día y de noche!”

El que creó la vida me dice que la felicidad no está en el dinero, la fama, la salud, la familia o alguna habilidad especial. La felicidad la encuentro cuando medito en su palabra, día y noche. La verdadera felicidad solo puedo encontrarla cuando alimento mi espíritu más que a mi carne, porque mi carne nunca estará satisfecha.

Oración: Señor, quiero encontrar la felicidad meditando en tu palabra cada día, mientras aprendo de ti. Amén.

Versículo Base: ¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, Ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, sino que en la ley del Señor está su deleite, Y en Su ley medita de día y de noche! (NBA2005) Salmo 1:1-2