Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor
No discuto con la Biblia. Si la Biblia dice algo, lo doy por sentado.
El versículo de hoy dice que “Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor”. Entonces, cuando estoy ayudando a alguien, en realidad no estoy dando nada, estoy tomando prestado. Y mi préstamo está hecho a un muy buen pagador, porque que yo sepa, nunca ha roto una promesa. Lo que sé de este pagador es que es dueño del oro y la plata (Hageo 2:8), es fiel y justo (1 Juan 1:9) y nunca ha fallado en ninguna de sus promesas (1 Reyes 8:56).
El mismo versículo agrega además que Dios “pagará esas buenas acciones”. Es decir, además de ser un buen pagador, paga las tasas de interés más altas del mercado.
Sabemos que no debemos ayudar a nadie por interés propio (lea Filipenses 2:3). Sin embargo, no voy a discutir con una ley espiritual, creada por Dios.
Oración: Señor, quiero dar a los pobres, sin importar el retorno que pueda tener. Pero te alabo por esta ley espiritual creada por ti, que me hace ver las bendiciones de aquellos que ayudan a los necesitados. ¡Amén!
Versículo Base: Servir al pobre es hacerle un préstamo al Señor; Dios pagará esas buenas acciones. (NVI) Proverbios 19:17