Si quieres conocer una persona, dale poder

Dibujo de hombres con uno en destaque
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Al final de la 2ª Guerra Mundial, la Alemania nazi, derrotada, también se convirtió en víctima y sufrió las brutalidades de sus enemigos. Mientras que las mujeres alemanas eran violadas y asesinadas por soldados enemigos, los soldados alemanes de bajo rango eran encarcelados y esclavizados. Debido a la falta de mano de obra provocada por la guerra, algunos países vieron en los soldados alemanes, la mano de obra gratuita que necesitaban para restablecer sus economías. Los soldados alemanes eran obligados a tareas de alto riesgo, como “limpiar” campos de minas, desactivando bombas. Muchos murieron o resultaron mutilados en la explosión de estas bombas.

Algo que puede ocurrir en una guerra es la inversión de papeles entre verdugo y víctima. Quien hoy es verdugo, mañana puede ser víctima. O viceversa. Y al final de una guerra, conocemos el verdadero carácter del ejército victorioso.

Si quieres conocer una persona, dale poder“. Cuando un ser humano tiene poder sobre otro, se revela su verdadero carácter. Alguien incluso dijo: “El mejor indicador del carácter de una persona es cómo trata a las personas que no pueden darle ningún benefício“.

Como cristianos, debemos recordar siempre que todo el poder y la autoridad que se nos ha dado proviene de Dios. Ante Pilato, Jesus le dijo: “–No tendrías ningún poder sobre mí si no se te hubiera dado de arriba. Por eso el que me puso en tus manos es culpable de un pecado más grande.” (Juan 19:11). Pablo en Romanos 13:1 afirma que “Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por él”. Por lo tanto, cualquier uso de la autoridad y el poder que podamos tener debe hacerse siempre sobre la base de lo que aprendemos de Dios.

Oración: Señor, quiero hacer uso adecuado de la autoridad y el poder que me hayan sido dados. Amén.

Versículo Base: Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por él. (NVI) Romanos 13:1

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