Toque de queda
Fuel el 22 de noviembre de 2019, cuándo por por primera vez en mi vida, estaba en una ciudad donde se decretaba el toque de queda. En Bogotá, debido al vandalismo de las manifestaciones contra el gobierno en aquel entonces, el alcalde de Bogotá declaró el toque de queda a partir de las 8 pm de aquel día. Era un poco tenebroso, escuchar el sonido de las sirenas de la policía, los altavoces con ordenes de mando y el movimiento de extraños cerca de nuestro conjunto residencial. Estábamos realmente asustados.
Como familia, dormimos todos juntos en la misma habitación, pero no antes de cerrar la puerta y orar juntos, pidiéndole a Dios de su paz, entregándole toda la situación, no solo la nuestra como familia, sino también la de toda Colombia.
Y luego pensé: deberíamos tener un toque de queda todos los días. No un toque de queda impuesto por las autoridades, sino un toque de queda impuesto por nosotros mismos. Un toque de queda para entrar a nuestra habitación como familia, cerrar la puerta y orar. ¿Puede haber algo más poderoso que una familia que ahora está unida?
Entonces, el alcalde declarando o no, en mi casa tendremos más toques de queda.
Oración: Señor, mi deseo es tener más toques de queda en mi casa. Toque de queda para cerrar la puerta del dormitorio y orar en familia, poniendo ante Ti todas las situaciones que están fuera de nuestro control para ver tu actuar en nuestras vidas y en nuestro país. Amén!
Versículo base: “Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.” (NVI) Deuteronômio 6: 6-7