Las preguntas del salmista
Los Salmos nos traen pensamientos y reflexiones profundas, que muchas veces retratan mejor que nada nuestras angustias, dudas o clamores. En el Salmo 77, el salmista trae algunas preguntas a Dios, que en algún momento ya le hice (y aún hago). Veamos lo que dice el Salmo 77, a partir del versículo 5:
Me pongo a pensar en los tiempos de antaño; de los años ya idos.
Me acuerdo. Mi corazón reflexiona por las noches; mi espíritu medita e inquiere:
¿Nos rechazará el Señor para siempre?
¿No volverá a mostrarnos su buena voluntad?
¿Se habrá agotado su gran amor eterno, y sus promesas por todas las generaciones?
¿Se habrá olvidado Dios de sus bondades, y en su enojo ya no quiere tenernos compasión?
Luego, siguiendo este salmo, el salmista comprende la razón de su dolor e identifica lo que debe hacer.
Y me pongo a pensar: Esto es lo que me duele: que haya cambiado la diestra del Altísimo.
Prefiero recordar las hazañas del Señor, traer a la memoria sus milagros de antaño.
Meditaré en todas tus proezas; evocaré tus obras poderosas.
Santos, oh Dios, son tus caminos; ¿qué dios hay tan excelso como nuestro Dios?
Tú eres el Dios que realiza maravillas; el que despliega su poder entre los pueblos.
Con tu brazo poderoso redimiste a tu pueblo, a los descendientes de Jacob y de José.
¿Crees que ha cambiado la diestra de Dios en tu vida? Así con el salmista, habla con Dios, y recuerda y proclama las obras pasadas del Señor en tu vida. Tienes dudas, pregunta a Dios. No ves su actuar, dile eso a Dios. Pero asegúrese de recordar lo que el Señor ya hizo en su vida.
Oración: Señor, reconozco tus obras en mi vida. Aunque no puedo ver tu mano trabajando hoy, no olvido nada de lo que ya has hecho. ¡Amén!
Versículo base: “Cuando estoy angustiado, recurro al Señor; sin cesar elevo mis manos por las noches, pero me niego a recibir consuelo. Me acuerdo de Dios, y me lamento; medito en él, y desfallezco.” (NVI) Salmos 77:2-3