Ustedes ya no son extraños ni extranjeros
Como brasileño viviendo en Colombia, participo en un grupo de whatsapp formado solo por brasileños que viven o planean vivir aquí, en el país cafetero. Y me ha sorprendido ver que muchos brasileños deciden venir a Colombia sin ningún tipo de planificación, sólo para “ver qué pasa“. Algunos de ellos vienen al país con dinero para no más de una semana, creyendo que aquí pueden encontrar trabajo y comenzar una nueva vida. Una vez, una persona incluso preguntó en el grupo si era posible quedarse en un hotel y pagar las diarias con trabajo. Y aunque admiro el coraje de estas personas, creo que la imprudencia puede ser peligrosa.
Por otro lado, ser extranjero es vivir con el “no”. A la hora de contratar un servicio de internet, de abrir una cuenta bancaria o de hacer una tarjeta en un comercio, suelen existir restricciones para los extranjeros. Y hay momentos en que nos sentimos “fuera de lugar”, lejos de donde solía ser nuestra “zona segura”, el hogar o el lugar donde crecimos y están muchos de nuestros familiares.
El texto de hoy, sin embargo, nos recuerda que “ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dio”. Ahora soy parte de la familia de Dios y Él es mi apoyo, mi lugar de refugio, donde puedo ir a buscar protección y consuelo cuando me siento “fuera de lugar” en este mundo. Y “en él todo el edificio, bien armado, se va levantando para llegar a ser un templo santo en el Señor”.
Oración: Señor, agradezco que ya no soy un extraño o extranjero en este mundo, sino un conciudadano de los santos. Te agradezco porque estoy edificado para ser la morada de tu Espíritu Santo. ¡Amén!
Versículo base: Por lo tanto, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino conciudadanos de los santos y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y los profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular. En él todo el edificio, bien armado, se va levantando para llegar a ser un templo santo en el Señor. En él también ustedes son edificados juntamente para ser morada de Dios por su Espíritu. (NVI) Efésios 2:19-22