¿Acaso creen que me complace la muerte del malvado?

Dibujo de un hombre asesinado

Fue el 12 de mayo de 2018 en Suzano, São Paulo. La cabo Katia Sastre llegó a la escuela para celebrar el Día de la Madre con su hija. Estaba con otras madres esperando el inicio de la celebración, cuando Elivelton Neves Moreira, de 20 años, se acercó y, con una pistola en la mano, anunció un asalto. El cabo Katia Sastre, buscó un mejor ángulo, sacó su arma y disparó 3 veces al delincuente, quien terminó muriendo.

Todos los eventos fueron grabados por las cámaras de seguridad de la escuela y ampliamente difundidos en redes de televisión, redes sociales y whatsapp. Un episodio que se celebró por no tener víctimas inocentes, siendo el criminal la única víctima.

Sin embargo, en medio de todas las celebraciones en la televisión y las redes sociales, alguien estaba llorando. Regiane Neves da Silva Ferrari, de 48 años, madre del joven Elivelton, no solo necesitaba lidiar con la muerte de su hijo, sino que también comenzó a ver las imágenes, repetidamente en los canales de televisión. Regiane también tuvo que lidiar con la alegría y celebración de la muerte de su hijo, conmemorada en publicaciones en las redes sociales y premios, condecoraciones y homenajes que siguieron durante varios días la cabo Katia Sastre. La repercusión fue tal que la cabo Katia Sastre fue elegida diputada.

Pero además de Regiane, alguien más lamentó la muerte de Elivelton. Y ese alguien fue Dios. “Yo no quiero la muerte de nadie”, dice el Señor en Ezequiel 18:32. Allí, en el cielo, nuestro Dios lloró por la muerte de Elivelton. “¿Acaso creen que me complace la muerte del malvado? ¿No quiero más bien que abandone su mala conducta y que viva?”, dice el versículo 23 del mismo capítulo de Ezequiel.

Dios no se regocija con la muerte de un criminal. Por eso, como cristiano, yo tampoco lo voy hacer. Tomo la decisión de no celebrar la muerte de nadie en las redes sociales. Decido sentir el dolor de una vida perdida y un alma que puede haber ido a la muerte eterna. Elijo celebrar solo el arrepentimiento y la vida, estas sí, con mensajes de fiesta, globos y publicaciones en las redes sociales. “Yo no quiero la muerte de nadie”

Oración: Señor, elijo no alegrarme por la muerte de nadie, ni siquiera por la muerte de un criminal. Por eso no comparto un video o un mensaje de odio y celebración de muerte. Solo te clamo, en secreto, por tu misericordia. ¡Amén!

Versículo base: ¿Acaso creen que me complace la muerte del malvado? ¿No quiero más bien que abandone su mala conducta y que viva? Yo, el Señor, lo afirmo. (NVI) Ezequiel 18:23

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