Todos lo abandonaron y huyeron
La noche de los bastones largos es como se conoció aquel 29 de julio de 1966 en Argentina. Por orden de la nueva dictadura que apenas había tomado el poder en Argentina, 5 universidades, que estaban ocupadas por estudiantes y profesores, fueron desalojadas por la PFA (Policía Federal Argentina). La ocupación fue una manifestación en oposición a la decisión del nuevo gobierno de interferir en las universidades. Este hecho condujo posteriormente a la conocida “fuga de cerebros”, en la que centenares de profesores fueron despedidos, dimitieron o abandonaron el país. Al menos 300 profesores universitarios, entre ellos 215 científicos, abandonaron el país, dejando a Argentina prácticamente sin ningún tipo de investigación científica.
Como seres humanos, somos propensos a escaparnos. Ya sea por miedo, insatisfacción o desánimo, huir siempre es una opción que nos parece fácil y tentadora. Y eso es lo que hicieron los discípulos de Jesús. Aunque Pedro dijo: “Aunque todos te abandonen, yo no” (Marcos 14:29), él huyó. Todos huyeron. El texto de Marcos 14 dice que “todos lo abandonaron y huyeron”. Cuando llegó el momento de arriesgar su propia vida, solo Cristo permaneció.
Una lucha que enfrento a diario es esta: rendirme, huir, escapar. Elegir a Cristo, hacer Su obra, vivir lo que Él planeó para mi vida no es fácil. Es un camino estrecho y rocoso. Y hay momentos realmente difíciles. Pero no quiero huir, no quiero escapar, no quiero rendirme. Quiero seguir avanzando en el camino que Cristo diseñó para mí. Cueste lo que cueste.
Oración: Señor, algunos días son muy difíciles y pienso en rendirme, huir, escapar. Te pido tu fuerza en estos momentos, para seguir el buen trabajo que me diste. ¡Amén!
Versículo base: Día tras día estaba con ustedes, enseñando en el templo, y no me prendieron. Pero es preciso que se cumplan las Escrituras. Entonces todos lo abandonaron y huyeron. Cierto joven que se cubría con sólo una sábana iba siguiendo a Jesús. Lo detuvieron, pero él soltó la sábana y escapó desnudo. Llevaron a Jesús ante el sumo sacerdote y se reunieron allí todos los jefes de los sacerdotes, los ancianos y los maestros de la ley. (NVI) Marcos 14:49-53