Más valen dos que uno
Ella vivía en un apartamento, al norte de Londres. Su nombre era Joyce Vincent. En algún momento de diciembre de 2003, mientras miraba la televisión, sufrió un ataque de asma y murió. Pero nadie se dio cuenta.
Joyce era una mujer práctica y todas sus cuentas tenían debito automático en su cuenta bancaria. Así, pasaron los meses y las facturas de alquiler y servicios fueron descontadas directamente de su banco. Con el ruido de la televisión, que se mantuvo encendida, ningún vecino sospechó que ya no estaba allí. ¿Y el olor? Habían contenedores de basura, junto a la pared del edificio y todos creían que esa era la fuente del mal olor del edificio.
Finalmente, un día la cuenta bancaria de Joyce se secó. Después de 6 meses sin pagar el alquiler, el propietario del apartamento obtuvo una orden judicial para desalojar a la inquilina. Los agentes tuvieron que derribar la puerta del apartamento y solo entonces, en enero de 2006, más de dos años después de su muerte, la encontraron.
Es increíble pensar que nadie la extrañó. Ningún pariente, vecino o amigo. Es triste pensar que estuvo muerta 2 años, sin que nadie se diera cuenta o reclamara por su ausencia. Y por eso la Biblia dice que “más vale dos que uno”. También dice que “si caen, el uno levanta al otro”.
Huye de la soledad. Busca a su familia, tenga amigos, hable con sus vecinos. Perdone. Pida perdón. Restablezca las relaciones rotas. “Más vale dos que uno”.
Oración: Señor, quiero buscar compañía y escapar de la soledad, porque sé que un hombre solo puede ser vencido, pero dos son capaces de defenderse. ¡Amén!
Versículo base: Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante! Si dos se acuestan juntos, entrarán en calor; uno solo ¿cómo va a calentarse? Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente! (NVI) Eclesiastés 4:9-12